«Ben:
Está bueno a morir, está centrado y con su vida organizada y, en mi caso, además, está prohibidísimo。
Hace un año que me hice cargo de la custodia de mi hermano Milo。 Y se me da fenomenal cuidar de él。 Bueno, se me da bien。 Más o menos。 Vale, puede que se me dé fatal。
Mierda。 Necesito centrarme。 Necesito ser el mejor hermano del mundo。 Y necesito vender la casa de nuestros padres。
Aunque, primero, tengo que arreglarla。 Y no es que se me conozca por ser el rey del bricolaje… Pero el profesor de Milo sí que lo es。
También es increíblemente guapo, fuerte y muy capaz。 Así es Jack: mi polo opuesto, mi modelo a seguir, mi fantasía nocturna。
Y Jack necesita un sitio en el que quedarse una temporada。
¿Qué hay de malo en que viva en nuestra casa durante medio año? Puedo mantener las manos quietecitas。 ¿No?
Jack:
Qué guapísimo es。
Pero entra en la categoría «padre de alumno» y tiene dieciséis años menos que yo。
Y esa es una línea que nunca he cruzado。
Que Dios nos asista。»